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martes, 25 de diciembre de 2012

Algunas tradiciones


Como había comentado antes, acá en Australia no se festeja la Nochebuena. Ayer 24 fue un día más. El día del encuentro familiar es el 25 al medio día, cuando comparten el almuerzo familiar, al que llaman “dinner”, o sea cena, y se debe a que la palabra que hoy inmediatamente asociamos con cena en castellano, supo significar la comida importante del medio día. 

En Argentina,  desde hace varios años, existe la tradición de Papá Noel, también llamado Santa Claus, y el señor proveniente del Polo Norte, suele dejar regalos para los más pequeños. En general, las familias no dejan nada para Papá Noel ni para sus renos, no así para Reyes, cuando se suele dejar agua y pasto para los camellos. Aún, recuerdo cuando con mi padre preparábamos el pastito y el agua para los camellos de los Reyes Magos. Indefectiblemente comían y bebían, porque al levantarme ya no había pasto ni agua. También en aquella época los camellos eran un tanto torpes y siempre dejaban un tanto desordenado el parque. Pues, a Don Santa Claus, ni agua se le deja en Argentina, pero acá en Australia se le deja algo para comer y beber. Siguiendo la tradición es esta primera Navidad en el país-continente, le dejamos unas masitas y una gaseosa. A la mañana descubrí que había comido casi todo y bebido un poco de su gaseosa. Debo admitir, que a pesar de haber cumplido 10 años cinco veces, fue un lindo breve viaje a la infancia ver lo que había “comido y bebido” Santa.
No solamente no dejó migas en el piso, sino que
 cubrió con film lo que quedó.

Peter preparó una deliciosa pata de jamón glaseada, acompañada por papas asadas y ensalada. 

Antes de entrar al horno.

Yummy yummy



 El postre fue el tradicional Pudding de Navidad.  Algún comensal, puede ser afortunado y encontrar monedas en su porción. Como se imaginarán, fui “afortunada” y encontré varias monedas en mi porción, pero eran monedas corrientes, no de plata como eran en la Edad Media.


Otra tradición incluye los Bon-bons de Navidad, que no son comestibles. Consisten de tres cilindros. Por ser primeriza, también fui afortunada ya que “gané” la mayoría de las veces. Se tira de las puntas y se corta en dos partes, en una quedan dos cilindros, y la parte perdedora queda con un solo cilindro…vacío. El ganador tiene un sombrerito- que deberá colocarse- y otro regalo. Yo me gané: un yoyó, una placa de policía y un calzador de zapatos. Peter ganó una sola vez, y aparte del sombrerito obtuvo un destapador.


Después de tamaña ingesta vienen muchas cositas dulces que aún no hemos probado. O sea…en lo que respecta a comer, acá también es costumbre comer opíparamente para Navidad.




Mañana 26 es feriado por ser  Boxing Day. Este feriado –extraño para nosotros- tiene raíz inglesa. El 26, los patrones daban una caja con dinero extra u otros regalos a sus empleados. Muchos creen que el nombre proviene de ese hecho, otros lo relacionan con las cajas para donaciones en las iglesias. En Australia el Boxing Day está muy conectado con la actividad deportiva.

La pirotecnia está prohibida acá, solamente hay espectáculos de fuegos artificiales con gente habilitada. Habrá que esperar al 31 a la noche para verlos. Lo bueno de la prohibición de la pirotecnia es que nadie resulta lastimado. En Argentina es parte de la tradición ver en los noticieros del 25,  cantidad de personas lastimadas/ quemadas.  Algunas personas, le suman a la peligrosidad que ya tienen, un poquito más al comprar pirotecnia no autorizada.  Yo nunca le encontré la gracia ni el placer al estruendo, que aparte de molestarme los oídos puede quemarme, pero hay varias “pasiones de multitudes” que lejos de apasionarme, me molestan.




lunes, 24 de diciembre de 2012

Luces navideñas


Hoy hicimos un tour de luces. En La Plata, mi ciudad por adopción en Argentina, hay un sector al que llaman la "Calle de las luces". Está en el barrio de Los Hornos, y año a año las familias adornan sus frentes con luces y diseños navideños, y mucha gente va a disfrutar  de ellos. Acá, lejos de Los Hornos, decidimos hacer un tour de tres horas por diferentes barrios para ver las casas iluminadas. Tres horas porque acá está todo más disperso, así que movilizarse de un barrio a otro lleva tiempo.  Vimos varios Papá Noel, ciervos, arbolitos, nieve, en fin, toda la parafernaria navideña, del hemisferio norte, de ahí la nieve, aunque acá estemos con mucho calor.
Foto: Betty Ojeda

Foto: Betty Ojeda

Foto: Betty Ojeda

El muñeco de nieve ayuda a bajar la temperatura en esta latitud.

Foto: Betty Ojeda

Foto: Betty Ojeda

Al igual que en Argentina, mucha de la tradición culinaria para Navidad viene de Europa, así que hay un desfasaje entre las calorías de la ingesta y la temperatura en el hemisferio sur.

Ya en la próxima comentaré acerca de la celebración. En principio, adelanto que no hay Nochebuena, el 24 es un día como cualquiera- se trabaja normalmente. Es el 25 “el día”. En Argentina, es tradicional reunirse a cenar el 24, y esperar a las 12 para brindar, y seguir comiendo…El 25 al medio día, en los últimos años, ha quedado acotado, y en general se vuelven a reunir quienes cenaron la noche anterior y se come lo que quedó. Acá, el encuentro navideño es el 25 al medio día.

Foto: Betty Ojeda

jueves, 20 de diciembre de 2012

Medicare, la salud en Australia


Medicare es el seguro público de salud que hay en Australia.  Medicare cubre a toda persona que resida en Australia y sea ciudadana australiana, ciudadana neozelandesa, tenga residencia permanente, o tenga su  residencia permanente en trámite- que sería mi caso.



Para obtener la primera tarjeta tuve que ir a una oficina, pero a partir de esa primera vez, los cambios se pueden hacer en línea, o sea utilizando internet. En algún otro momento he dicho que siento que acá las cosas son más fáciles. No planteo un estado de perfección, ni el edén, sino que desde mi mirada de argentina, digo, sin dudas: más fácil. Fui a ver a una médica para mi chequeo anual, y llevé los resultados de mis últimos exámenes de rutina, realizados en La Plata, Argentina. Como fue mi primera consulta, tuve que abonar alrededor de  AUD 60 , de los cuales, Medicare reintegra la mitad. Pagué con tarjeta de débito, y cuando le consulté a la secretaria qué trámite debía hacer para el reintegro, me miró y me dijo que ella me lo reintegraría al finalizar la consulta. Con los ojos tres veces más grandes de lo habitual  dije: “¡¿Ahora?!”, a lo que ella respondió, con cara de “lo siento”: " No, ahora no, después de la consulta." Así fue, que al terminar, me acerqué al escritorio, le dí la tarjeta de débito que había utilizado, y el "trámite" se dio por finalizado.

Al otro día, fui al laboratorio que me sugirieron, esperé diez minutos, me sacaron sangre, y los resultados estuvieron en dos días. Debo aclarar que fue totalmente gratuito. No tuve que ir  a retirar los resultados, sino que fueron enviados a la médica por el laboratorio. En mi consulta de hoy, recibí un tratamiento indovenoso. Dentro de los exámenes traje una densitometría que dadas las noches de rocío que llevo vividas no salió excelente, ergo…necesito tratamiento. Y acá, es cuando ésto que digo de “más fácil” se hace más evidente. La medicación que me aplicaron es bastante onerosa, con dos ceros más cerca de tres que de uno. Luego de la aplicación, me dieron la orden y fui a pagar mi parte a la farmacia (alrededor de un 4% del total) Me imaginaba en Argentina, con la obra social que tenía por ser docente de la Pcia de Buenos Aires, teniendo que haber hecho la cola correspondiente para la autorización, y debido al costo del tratamiento – si bien es anual- teniendo que hacer algún trámite adicional.

La consulta de hoy fue gratuita, ya que, como les dije, solamente se abona la primera con el consiguiente reintegro de la mitad. Este lunes 24 (sí, 24 de diciembre) veré nuevamente a la médica para terminar con la consulta y obtener las órdenes para los exámenes restantes. La médica es GP –General Practicioner- o sea, el equivalente a nuestros médicos clínicos. Yo había averiguado por una ginecóloga, pero acá no es necesario ir a un especialista para los chequeos de rutina.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Casada con un hombre y conservando mi apellido.


Hace poco ví un video en el que mostraban diferentes modos de atender a pacientes dentro de la práctica médica, teniendo en cuenta la diversidad sexual.  Hoy tuve mi primera cita médica en Australia, para hacerme el chequeo anual. La médica sabía que estaba casada porque en el relato surgió que hacían casi cinco años que estaba en pareja y tres casada. Completando mis datos, luego, la pregunta fue si estaba casada con un hombre. Ahí fue cuando recordé el video y me pareció fantástico. A diferencia de Argentina, Australia no tiene matrimonio igualitario, no obstante ello mi experiencia de hoy me indica que no se da por sentado el carácter heterosexual del paciente o la paciente.

Nuestras alianzas, hechas con el oro fundido de
 las alianzas de mis padres quienes
estuvieron casados 49 años.
En Argentina, en general, las mujeres que se casaron en los años 50 del siglo pasado, como fue el caso de mi madre,  perdieron su apellido en el intercambio de alianzas. Así es que muchas pasaban a ser las señoras “de” con esa preposición que a mí en lo particular me genera malestar. Con el tiempo, en muchos casos el “de” desaparecía y al nombre de pila seguía el apellido del marido.  Esa costumbre fue desapareciendo, y aquellas que nacimos a partir de fines de la década del ´50 podríamos decir, que al casarnos conservamos nuestros apellidos. A mí me resulta extraño explicar éso, es como decir que antes de casarme me llamaba Betty y luego de casarme seguí llamándome Betty y no pasé a llamarme Julia. Pues, acá en Australia, país/continente novísimo, nada conservador diríamos, se sigue conservando la costumbre de pérdida de apellido. Muchas mujeres pasan a adoptar el apellido del marido, y por ende, a ser otra persona. Por ejemplo, el pasaporte está con el nombre de pila y el apellido del marido. Algunas conservan su apellido y le suman el del marido, separándolos con un guión. Eso, tiene otro color…aunque para que fuera totalmente igualitario, los hombres deberían hacer lo mismo.

Al abrir cuentas conjuntas en el banco, y en otros trámites que tiene que ver con los dos, la pregunta ha sido si mi apellido era el de Peter, y ahí es cuando él comenta que en Argentina las mujeres conservamos nuestro apellido.