Al subir se toca con la tarjeta uno de los lectores, y al bajar se hace
lo mismo. También se puede comprar crédito para la tarjeta en el micro (al
chofer) y de no contar con tarjeta, se puede viajar pagando el boleto. La aclaración
va a pesar de que a algunos les parezca
obvio, porque recuerdo que en Bahía Blanca era imposible viajar si no se contaba
con tarjeta. Un engorro absoluto.
Los micros tienen aire acondicionado todos, y no es común viajar
apretujado. Recuerdo mis viajes de Punta Alta a Bahía cuando estudiaba, y en el
518 de La Plata cuando vivía en Tolosa, y se me salta un lagrimón.
Al igual que en Argentina, hay un sector para embarazadas, personas con discapacidad
y gente mayor. La diferencia es que es más grande y la disposición es
diferente. Los asientos preferenciales son rebatibles y eso hace que cuando
sube alguien con un cochecito con un bebé por ejemplo, pueda “estacionarlo” y de ese modo viajar cómodo,
como así también el resto de los pasajeros porque el pasillo queda libre. Hay
varios timbres, así que la mayoría de la gente toca el timbre y luego se para
para bajar. El micro no arranca hasta que la persona no haya terminado de subir
o de bajar. A algunos les parecerá otra aclaración innecesaria por lo obvio…pues,
no.
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| Asientos rebatibles. |
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| Uno de los tantos timbres |
En general los choferes no han sido domadores de potros antes, ergo
manejan bien y uno no debe encomendarse a nadie.
En cuanto al costo, me ha dado la impresión que es más oneroso que en la
ciudad de Brisbane. Doy un ejemplo para que puedan tener una idea: un viaje directo
de aproximadamente 15 kilómetros sale ida y vuelta, cerca de $AUD 10.
