Sin dudas el sur de
Queensland es muy bello y ofrece mucho para disfrutar. A 110 kms al norte de
Surfers Paradise se encuentra Redcliffe, en la península de su mismo nombre. El
nombre nativo del lugar es Kau-in-Kau.
Redcliffe es el primer lugar en el que se instalaron los europeos en lo que hoy
llamamos el estado de Queensland.
También están quienes conocen a Redcliffe a partir
de la música. Si bien nacieron en Inglaterra, de pequeños los hermanos Gibb emigraron a Australia,
precisamente a Redcliffe. Hoy hay un
paseo en honor a ellos donde se
encuentra una escultura de los tres siendo chicos, más fotos que van desde que
llegaron a Redcliffe y comenzaron su
carrera (We found paradise – life in
Redcliffe) hasta cuando se convirtieron
en un mito. Recorrer el paseo fue en cierto modo hacer una visita a parte de mi
adolescencia recordando mis años en EEUU, en épocas de Saturday Night Fever.
Los domingos hay una feria interesante a la altura
del paseo de los Bee Gees y el muelle principal. El muelle en sí es un paseo
también, con una hermosa vista como es de suponer. El paisaje es un regalo de
la naturaleza digamos, pero lo que me sigue llamando gratamente la atención son
las comodidades que se ofrecen. A lo largo del muelle pude observar mesas con
bancos donde se veían familias y amigos disfrutando de un almuerzo soleado con
paisaje incluido.
Volviendo a la feria les comento que acá es posible
pagar con tarjeta de débito y/o crédito en todos lados. Es muy extraño que
solamente se acepte efectivo – lo que es una comodidad. Y para que nadie se
quede con las ganas de comprar algo por falta de cash, hay cajeros automáticos
móviles.
Las playas no son de las mejores, en lo particular
la que me gustó es la de la zona del muelle, pero el pueblo con sus casas
típicas me encantó. El camino de la costanera es una belleza, y que las playas
no me hayan parecido de las mejores no quiere decir que el paisaje no sea
bello. También en la costanera, y al servicio de lugareños y visitantes, hay
bajadas a la playa con áreas para sentarse y disfrutar.
Foto tomada desde el muelle